¡Qué maravilla encontrar a  la persona perfecta en una web de citas, estás que no cabes en la ropa y tu sonrisa no se marcha de tu rostro!  Esto te sucede ahora mismo, ¡por fin la has encontrado!

¿Cuántas veces te ha sucedido algo similar? Me atrevo a asegurar que no es la primera vez, ya lo has vivido, sólo que al poco tiempo surge un problema, te dejas de ilusionar y no sientes lo mismo por esa persona. Vamos, que dejó de ser perfecta. ¿Cuándo sucede esto? Cuando quieres saber más sobre él o ella, indagar en su vida pasada, conocer sus experiencias sexuales y todo lo que aparezca.

Lo mismo a mujeres que a hombres les interesa conocer quién es la persona que se esconde tras un perfil, es pura curiosidad. Claro, también hay algo escondido en  este interés. Y es descubrir si de verdad te gusta como pareja y con quién de verdad estás comunicándote.

Pero te diré un secreto: la pepita de oro no existe, sólo existe su brillo. Entonces, ¿por qué no quedarte cegado por ella?, ¿por qué insistes en saber cuántas parejas ha tenido, dónde vive, por qué camino va hacia su trabajo o a los estudios?  Ya, ya sé lo que piensas, no quieres que te engañen. Si ese es el caso, ¿importa mucho? Si supieras valorar el encanto de esas conversaciones por internet, o de esa primera cita, sabrías el verdadero valor de lo incógnito, de lo que solo se da a medias. Ese valor consiste en que siempre habrá algo más allá para que  intrigue, ilusione, excite.

Aprende de una vez que las parejas que llevan algún tiempo juntos, pierden  su encanto si no guardan un espacio propio. En una relación, es mejor dejar cosas sin decir que abrirse  a todo. Entonces, deja ya la falta de confianza que no conduce a ningún sitio. Da igual que tenga otro compromiso, que sea casada o que quiera mantener contigo una relación ocasional porque es una chica urbana y moderna. Lo único que importa es lo que te aporta, y ya lo ha conseguido.

Ligar por internet no es tan difícil, lo difícil es mantener ese entusiasmo que te hace abrir cada día tu móvil para ver lo que te ha escrito, y querer verla cada día más. Soñar con ella. Excitarte con ella. Disfrutar tu vida con ella. Eso es lo único que vale ahora mismo. Aprecia  el presente como ha llegado y no quieras adelantarte. Dicen que de los errores no siempre se aprende porque, tropezar con la misma piedra una y otra vez, es muy común entre todos. ¡Y tan fácil que es agacharte y retirarla  del camino!