Imaginate que estás en casa de tu suegra, cenando y el ambiente está un poco soso y empiezas a pensar en el sexo ,y  te entran ganas de montártelo allí mismo…

Tienes que hacérselo saber, muéstrale tu deseo a la vista de todo el mundo sin que nadie se de cuenta. Conoces el poder afrodisíaco de una sonrisa o de un intercambio de miradas en público, parece algo tan insignificante pero todo lo contrario. ¿ No se trata de enterse sin hablar? O ¿ El mantener una situación ambigua delante unos ojos inocentes?

Esa situación con tu pareja en casa de tu suegra puede llegar a ser desesperante y ¿Quien te dice a ti que no acabáis en alguna habitación o en el mismo baño montando la gorda?

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