Nadie te enseña a besar, se supone que te tiene que salir solo, sin entrenar, sin probar antes. Cuando somos jóvenes vemos multitud de películas en las que los protagonistas practican esta expresión física del sentimiento romántico apasionadamente, e imaginamos como será cuando llegue nuestro momento.

Normalmente los primeros besos son desastrosos: chocan los dientes, nos sorprende el tacto de la lengua del otro, movemos la cabeza a un lado y a otro sin parar, etc. pero luego todo esto mejora. Los motivos son diversos, puede ser que sea a base de experiencia, o porque a medida que experimentamos poco a poco nos liberamos sexualmente. Desaparecen los nervios, la vergüenza o los miedos, y sólo nos preocupamos por disfrutar.

Según un estudio de la reconocida Universidad de Oxford, sugiere que nos besamos para evaluar la idoneidad del otro. Nos pueden gustar muchas cosas de él (o ella), pero si no besa cómo nos gusta, no tiene nada que hacer. Este estudio también concluye que una vez emparejados, besar es una forma de mantener a la pareja a nuestro lado.

Otro dato curiosos es que «el beso supone una intimidad mayor que el acto sexual» y esto lo vas a entender muy fácilmente: ¿recuerdas tu primer beso? ¿recuerdas tu primera experiencia sexual? y ahora la cuestión trascendental: ¿qué recuerdas con mayor nitidez? Si has respondido que el beso, formas parte del 90% de personas que afirman que el primer contacto boca a boca les marcó más.

La revista Time ha recogido algunos consejos sobre cómo debe ser el beso perfecto, apunta:

– Antes de nada, hay que preparar el escenario. Y es que a pesar de lo que pensábamos, el contexto sí que importa, y mucho. Es necesario elegir el mejor momento y no dejar nada a la improvisación. Busca un lugar íntimo, en el cual te asegures que no os vayan a molestar, y mejor si es un sitio conocido.

– La higiene importa, y mucho. En el beso intervienen multitud de factores que recogemos a través del gusto, tacto, olfato, oído y vista, por ello es vital que sobre todo olamos y sepamos muy bien. Debemos comprobar, antes de lanzarnos, que la otra persona va a disfrutar del momento,y desde luego, si sabemos a tabaco, ajo, cebolla, o simplemente mal, es muy posible que lo rechace.

– Conoce lo que le gusta a la otra persona. Puede que prefiera los besos con lengua, los pequeños mordiscos, picos, etc. Es muy importante saber como disfruta tu pareja aunque debemos advertirte que besar es instintivo, cada uno tiene una forma de hacerlo.

Sea como fuere, nunca dejes de besar, pues este acto elimina el estrés, aporta calma y aumenta la autoestima.